Sonrientes y con la medalla de plata al cuello, pero
tremendamente cansadas por el viaje y por la tensión del campeonato. Así
llegaron las flamantes subcampeonas del Mundo a la redacción de MARCA, recién
aterrizadas en Madrid. Ha sido su primera visita nada más llegar a España,
pocas horas después de lograr una hazaña sin precedentes.
En sus rostros se adivinaba la felicidad de haber hecho
historia. Igual que en sus declaraciones y en la interacción entre las propias
jugadoras, que en nuestra casa emanaba el mismo buen rollo que se adivinaba
sobre el parquet turco donde hicieron historia.
MARCA ha sido su primera visita institucional en España, el
primer gran recibimiento de un equipo bañado en plata para la posteridad.
Sonrientes
y con la medalla de plata al cuello, pero tremendamente cansadas por el
viaje y por la tensión del campeonato. Así llegaron las flamantes
subcampeonas del Mundo a la redacción de MARCA, recién aterrizadas en
Madrid. Ha sido su primera visita nada más llegar a España, pocas horas
después de lograr una hazaña sin precedentes.
En sus rostros se adivinaba la felicidad de haber hecho historia. Igual que en sus declaraciones y en la interacción entre las propias jugadoras, que en nuestra casa emanaba el mismo buen rollo que se adivinaba sobre el parquet turco donde hicieron historia.
MARCA ha sido su primera visita institucional en España, el primer gran recibimiento de un equipo bañado en plata para la posteridad.
En sus rostros se adivinaba la felicidad de haber hecho historia. Igual que en sus declaraciones y en la interacción entre las propias jugadoras, que en nuestra casa emanaba el mismo buen rollo que se adivinaba sobre el parquet turco donde hicieron historia.
MARCA ha sido su primera visita institucional en España, el primer gran recibimiento de un equipo bañado en plata para la posteridad.
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